Consiste en ir reflexionando juntos acerca de lo que tú has estado viviendo, sintiendo e interpretando referente a tu problema, cuya finalidad es generar modificaciones cognitivas y conductuales. Sesión tras sesión hago uso de la pregunta escala, que consiste en proponer al consultante que se ubique él, su problema o su avance en una escala numerada, esto permite saber si a la siguiente sesión tu problema mejoró o no y porque motivo habrá sido así. Ejemplo A fin de llevar una evolución de tu situación,  En una escala de  1 a 10, considerando que 1 es cuando peor han estado las cosas y 10 significaría que el problema ya estaría resuelto ¿En qué número te calificarías?.

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También se trabaja con “excepciones”, es decir,   acciones y circunstancias en las que la presencia de la queja se atenúa o, sencillamente, no ocurre (esto es importante, puesto que implica mapear la iniciativa y registrar los factores que contribuyen ala ausencia del problema, sean afectivos, cognitivos, sociales, interaccionales, etc.)

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Por último, también preguntas lineales, circulares, y reflexivas (orientadas al futuro, sugerencias implícitas, situarse en una perspectiva de observador, reflejos, paráfrasis, etc), cuya finalidad es que el cliente explore desde su propio marco de referencia nuevas formas de comprender, visualizar, o actuar respecto de sus problemas.